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Según la organización Derechos de la Infancia en Uganda, la tasa de mortalidad de niños menores de cinco años es preocupante y elevada, básicamente la cifra en niños menores de cinco años alcanza los 49 por cada 1.000 nacimientos.
De igual manera, el 30% de estas muertes podrían ser evitadas si tuvieran acceso a un adecuado cuidado quirúrgico; por ende, la esperanza de vida al nacer es muy baja. En el país más de un tercio de la población vive por debajo del umbral de la pobreza, donde los chicos son las claras víctimas de la complicada situación económica de las familias.
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Todos los esfuerzos que contribuyan a mejorar la calidad de vida de las personas y de los niños de Uganda será un proyecto por la vida, la igualdad y por el futuro de la nación. Precisamente, el nuevo hospital que allí se levantó, puede considerarse una iniciativa por la vida de los infantes y sus derechos; su diseñador Renzo Piano, describió los orígenes del proyecto de la siguiente manera:
T“Me gusta pensar en África como una especie de campo de pruebas para el futuro, no solo como el escenario de tantos sufrimientos y guerras olvidadas. Gino siempre me pidió que diseñara un hospital ‘escandalosamente hermoso’. Algunas personas piensan que es escandaloso ofrecer a todo el mundo belleza y excelencia, particularmente al menos afortunado; en todas las lenguas africanas, sobre todo la swahili, la idea de belleza siempre está asociada con la idea de bondad: no puede haber belleza sin bondad”.
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El centro médico fue construido en la ciudad de Entebbe con la ayuda de numerosas empresas italianas, incluido el Grupo Mapei. El proyecto fue desarrollado pro bono, por el arquitecto Renzo Piano y su organización Renzo Piano Building Workshop (RPBW), Estudio TAMassociati, y EMERGENCIAS de División de Edificación Propias.
Una de las primeras organizaciones en expresar su apoyo fue la Red Sanitaria de Alta Calidad, creada en 2010 por EMERGENCIA, la cual decidió abrir un hospital de cirugía pediátrica en este país. El gobierno de Uganda proporcionó el terreno para el complejo y se construyó sin cargo, además cubre el 20% de los costos anuales del hospital.
Este centro de cirugía pediátrica es una iniciativa ambiciosa para el país, al punto que triplica el número de camas quirúrgicas disponibles para los niños de Uganda. Está ubicado a las orillas del Lago Victoria y trata niños menores de 18 años sin costo alguno.
El complejo tiene un área de 9.700 m2 y ofrece a la comunidad tres salas de operación, 72 camas de hospital (seis en cuidados intensivos) y 16 en cuidados subintensivos; además de una unidad de radiología, un laboratorio con un banco de sangre y belleza sustentable, un scaner CAT, una farmacia con alojamiento para pacientes extranjeros y un parque infantil al aire libre.
La mayor parte de la energía es suministrada por 2.500 paneles solares fotoválticos en el techo. Vale la pena destacar que el hospital es parte de un elaborado plan de paisaje diseñado por el Estudio Franco y Simona Giorgetta, que se centra en el lado natural y la sostenibilidad ambiental de todo el proyecto, cuidando el efecto ambiental.
Esto significa que se les prestó una gran atención a los jardines, que forman un natural ambiente sistema de mitigación, al igual que la contribución a la llamada “arquitectura curativa”: una bienvenida y un entorno bien cuidado que dan como resultado un impacto positivo en el proceso de curación de los niños.
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Desde la fase de diseño, el hospital tenía como objetivo tener un impacto mínimo en el entorno del medio ambiente y la cultura local. Renzo Piano, se fijó en las construcciones locales tradicionales, y optó por la llamada técnica pisé. Este método utiliza un compuesto hecho de tierra, grava y un poco de agua para prevenir el agrietamiento durante el secado. La pasta que sale de allí se comprime en encofrados de madera.
La arcilla proporciona una notable inercia de calor, manteniendo los niveles de temperatura y humedad del edificio constantes; pero no puede brindar una adecuada resistencia mecánica o suficiente resistencia a la lluvia.
Ese reto fue asumido por Mapei y entró a jugar un papel crucial, ya que envió a sus técnicos al lugar. Después de obtener muestras de material de I + D de los laboratorios Mapei especiales de última generación, que desarrollan agentes aglutinantes para hacer está técnica más versátil y duradera, se compartieron, desde Italia, seis contenedores de mezcla para la construcción del lugar; así como encofrados para dar forma a la tierra apisonada.
Mezclando tecnología altamente innovadora y una técnica de construcción antigua, se construyeron las paredes del hospital; garantizando versatilidad y durabilidad. Se utilizaron materiales ampliamente disponibles a nivel local como la arcilla, reduciendo el impacto ambiental del proyecto.
La CEO de Mapei, Verónica Squinzi, señaló al respecto: “estamos orgullosos de nuestras investigaciones, materiales y técnicas de apoyo que hicieron posible contribuir a este proyecto que encarna muchos valores en los que creemos en la organización como lo son el trabajo duro, excelencia, sustentabilidad y belleza. Esperamos que esta innovadora solución pueda ser utilizada en la construcción de otras instalaciones locales para ayudar a crecer a la comunidad”.
Gracias al conocimiento de diferentes profesionales multidisciplinares, y la ayuda de diversas organizaciones, se realizó un excelente trabajo con un objetivo lleno de bondad: mejorar la calidad de vida de muchos niños en Uganda. Así mismo, a través de diferentes técnicas y materiales de construcción se logró que todo el proyecto permita un desarrollo sostenible a través del tiempo.
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