El Palau Güell Obra maestra de Antoni Gaudí

Artículo redactado por los miembros del servicio de Patrimonio Arquitectónico Local (SPAL) de la oficina técnica de la Diputación de Barcelona especializada en materia de patrimonio arquitectónico.
18 de marzo de 2021

"Dejó su huella con un lenguaje arquitectónico innovador en el tratamiento del espacio, las soluciones constructivas adoptadas y el uso de materiales". 

El Palau Güell (1886-1890), obra de Antoni Gaudí encargada por Eusebi Güell, fue un edificio concebido como vivienda, sede de las empresas y escaparate social y cultural de su propietario. Gaudí dejó su huella con un lenguaje arquitectónico innovador por el tratamiento del espacio, las soluciones constructivas adoptadas y el uso de materiales. La Diputación de Barcelona se hizo cargo en 1945 y pronto se inició la primera restauración para instalar el Museo de Artes Escénicas del Instituto del Teatro. En 1969 fue declarado Monumento histórico por el Estado y en 1984 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Desde 1982 hasta 2011, el Servicio de Patrimonio Arquitectónico Local emprendió una nueva restauración en diferentes fases con los siguientes objetivos: potenciar y facilitar la visita pública al edificio, convertirlo en museo de sí mismo y permitir otras funciones institucionales, representativas y culturales, sin desmerecer la obra de Gaudí. Entre aquellas fases se realizaron tareas de conservación y mantenimiento y continuaron a partir de 2011.

Las actuaciones se plantearon de acuerdo con el criterio de devolver al monumento su autenticidad, entendiéndose, no como la originalidad de la materia, sino como la capacidad de la materia (antigua o nueva) de testimoniar la autenticidad los valores documentales, arquitectónicos y sentimentales del monumento, según los preceptos de la Carta de Restauración de Venecia (1964). Debido a la complejidad de las soluciones adoptadas por Gaudí, hubo que analizar de forma crítica el objeto de intervención y adoptar la solución más adecuada. Por un lado, se efectuó un reconocimiento de elementos constructivos y decorativos para reproducir los que se habían perdido o dañado con total fidelidad a la forma, material, textura y color originales. Por otro lado, se aplicó la recuperación analógica (considerando la obra realizada como comparación con la que se debe realizar), o diacronía armónica (en base al aporte de un nuevo material diferente en el tiempo, pero no en la estética final de la composición) en aquellos casos que requerían un diseño nuevo de las soluciones formales y, en otros, la reconstrucción mimética (referente a la reconstrucción exacta). 

La restauración (1982-2011)
Las intervenciones se realizaron de acuerdo con el método de restauración del Servicio y contaron con un equipo multidisciplinar de técnicos, artistas, artesanos, conservadores-restauradores y operarios de la construcción. Siguiendo ese método de trabajo, el paso previo a la restauración fue el estudio de la documentación (escrita, gráfica, fotográfica, etc.), de la información que facilita el edificio como documento en sí mismo, y de sus sistemas y técnicas constructivas mediante el análisis visual, prospecciones arqueológicas y el análisis material. Los espacios más significativos restaurados fueron la fachada principal, las antiguas caballerizas, el salón central, el desván y la azotea, si bien todos los espacios del Palau son interesantes y se hace difícil hacer una elección.

La fachada fue restaurada en 1982 y se intervino de nuevo en 2006, debido a un proceso de envejecimiento a consecuencia de la acción degradadora de los agentes atmosféricos. La piedra se tuvo que limpiar, pulir, consolidar o sustituir, según el estado de degradación o conservación, atendiendo a la previsión de Gaudí respecto a las texturas: punzonada o pulida, recuperando el cromatismo original. En las antiguas caballerizas se limpiaron los paramentos y se recuperaron las pendientes y pavimentos originales con desmontajes mediante el método arqueológico.

El salón central, restaurado entre los años 1998 y 2000, y de nuevo en 2004, es el espacio que vertebra el edificio y destaca la aplicación de latón, como revestimiento (paramentos de la capilla) o elemento volumétrico (farolas, tachue- las, balaustres, bisagras o barandillas). La intervención sacó a la luz su aspecto original, ya que debido a la oxidación había sido pintado de color grafito en la década de 1970. También se restauraron las puertas, los celos y barandilla, los cuadros del pintor Aleix Clapés de las cuatro esquinas, y los aplacados y piezas de piedra calcita cristalina de Garraf de los voladizos y la vuelta. El objetivo era recuperar la imagen primigenia del espacio interior, preservando la expresividad arquitectónica o recuperándola y poniendo en valor la obra de Gaudí. En cuanto a las técnicas empleadas, se valoraron en función de cada problemática, optando por aquellas que fueran más respetuosas y más compatibles con los materiales originales.

El desván, que había sido ocupado por cámaras del servicio doméstico, se convirtió en un espacio diáfano, donde lucieron los vitrales de quebradizo y la estructura del techo de vigas y bovedillas que formaba los pendientes del pavimento de la azotea. la cual era un espacio reservado al servicio, pero también se convirtió en visitable por los señores y sus visitantes mediante una composición formada por veinte chimeneas tratadas a modo de esculturas. La restauración de las chimeneas, algunas decoradas con cerámica y otras con vidrio, se realizó entre 1992 y 1994. Algunas habían perdido parte de la decoración y presentaban el sombrerete o en la base un revoque de cemento. Se optó por revestir con materiales tradicionales, pero con diseños actuales, de los que se hicieron cargo los arquitectos restauradores del edificio y varios artistas plásticos catalanes.

La restauración del edificio, principalmente el último periodo comprendido entre los años 2004-2011, también aportó más información y conocimiento sobre el mismo, dada la propia metodología de trabajo adoptada por el Servicio, en el que destacamos, pues, los estudios previos, la documentación del proceso de obra, la Memoria del SPAL 2004-2010, el Libro del Edificio y otras publicaciones más recientes de alcance más general, como es el caso del libro titulado El Palau Güell una obra maestra de Antoni Gaudí, los autores Antoni González Moreno-Navarro y Raquel Lacuesta. Se trata de un compendio de muchos años de estudio y dedicación al conocimiento del Palau Güell, del arquitecto Antoni Gaudí y Eusebi Güell.

Se han implementado las instalaciones necesarias para la visita pública, para la incorporación de los servicios administrativos, gestión y dirección del Palau Güell, para los servicios de vigilancia y seguridad, así como también para el personal que participa de la guía y los auxiliares de apoyo y de limpieza. La necesidad de dotar el edificio de nuevas instalaciones, adecuadas a los nuevos usos, supuso también una dificultad añadida en la racionalización y la implantación centralizada de las mismas.

Las actuaciones de conservación y mantenimiento (2012-2020) Para la mayoría de los edificios existentes, la superficie construida es definitoria de sus dimensiones -en planta-, que se asocia a una volumetría más o menos convencional. El Palau Güell, en cambio, tiene una superficie construida de unos 3.500m2, pero la superficie a considerar para su mantenimiento es considerablemente superior ya que el ámbito de actuación se extiende a unos 15.000m2, dado que los techos muros interiores, pavimentos y la envolvente exterior conformada por las fachadas y la azotea, son notablemente singulares. Esta simplificación generalista del ámbito de actuación definido por su superficie en planta no es válida para poder definir la configuración arquitectónica del Palau Güell. 

Características arquitectónicas y constructivas del Palau
La disertación exhaustiva de los valores arquitectónicos y espaciales de la construcción concebida por Gaudí es ingenua e inalcanzable en este escrito pero se considera oportuno incorporar algunas imágenes ilustrativas para percibir la realidad construida y la configuración de espacios que presenta el Palau.

Hay que remarcar la concepción singular del espacio, en el que destacan especialmente la planta sótano y la planta noble. En la cual, el salón central y su cúpula configuran el eje vertebrador del edificio, de cualidades espaciales excepcionales considerando que fue construido como un Palau entre medianeras en el casco antiguo de la ciudad, por lo tanto, en un espacio urbano densamente edificado. También es notoriamente remarcable la proliferación de materiales y sistemas constructivos singulares que presenta el Palau.

Desde el punto de vista arquitectónico y constructivo, el tratamiento de las fachadas y especialmente la diversidad de techos que configuran las diferentes plantas es muy notable. Por citar específicamente las tipologías más numerosas de techos, conviene mencionar los techos unidireccionales de perfilería metálica de ala estrecha y entrevigados de piedra, de sección formada por una sucesión de espesores de ladrillo macizo; los techos unidireccionales, con vigueta de madera y entrevigado de madera, de sección formada por una sucesión de gruesos de ladrillo macizo: y especialmente los techos bidireccionales, definidos como artesonados de madera de acabados ornamentales excepcionales. El techo de la planta desván también es único en cuanto a su geometría y formalización.

En cuanto a la formalización constructiva y material de los muros destacan los muros de fachada de sillar de piedra, de acabado pulido y desbastado los muros interiores revestidos de piedra sobre ladrillo macizo y los muros interiores formados por la sucesión de varios planos de fachada combinados por elementos arquitectónicos resueltos en piedra maciza.

Con relación a los pavimentos del Palau, encontramos de madera, cerámicos, y de piedra. Son destinados y concebidos para el uso de las salas en las que se encuentran, y algunos de acabado estético singular. Especialmente destacables son: el pavimento de adoquines de madera en la planta baja en el ámbito de cocheras; las losas de piedra de la planta sótano correspondiente a las caballerizas y la rampa de acceso formalizada con guijarros de río, y las piezas de parquet de la planta noble, que son un notable ejemplo de trabajo de ebanista. También es singular el pavimento continuo, ejecutado in situ, del cuarto de baño de la planta dormitorios y el pavimento de piedra con incrustaciones de la planta entresuelo.

Las carpinterías son igualmente una profusión de elementos concebidos desde la experiencia del arquitecto para alcanzar su funcionalidad y calidad estética, y del oficio de los carpinteros. Existen diferentes especies de madera, adecuadas al espacio arquitectónico en que se encuentran y ubicadas en espacios interiores o de fachada, en la que cabe destacar también el ingenio de las herramientas para su manipulación y uso. Entre otros destacan la tribuna de la fachada posterior y el umbráculo.

También contribuyen a la gran riqueza material y constructiva, la forja de las puertas aladas y ventanas de la fachada principal, los vitrales, el órgano, los revestimientos de las chimeneas, las aplicaciones de latón que decoran las carpinterías y muros del salón central, los arrimaderos de madera con filigranas, las decoraciones de latón patinado de las vigas y forja artística del dormitorio de la Sra. Güell, el “trencadís” de revestimiento de las chimeneas de la azotea, etc. Hay que citar también como bien, hasta muebles o incorporados a la arquitectura, los cuadros de pintura al óleo, de gran formato, que decoran las estancias nobles, junto con el mobiliario de época que se encuentra presente, especialmente en la planta dormitorios y el comedor de la planta noble.

La singularidad arquitectónica en la configuración de los espacios, los sistemas y elementos que definen su materialidad, sus bienes muebles junto con la cuantificación física de la superficie a conservar hacen que el mantenimiento del Palau sea una tarea especialmente compleja. También hay que tener presente la diversidad y el amplio programa funcional y de uso del Palau. La reflexión sobre las preguntas clave sobre el monumento: cómo fue, cómo es, qué se le pide y cómo debe ser, fueron determinantes para establecer los objetivos genéricos en las diferentes actuaciones de restauración que se han llevado a cabo y que siguen siendo vigentes en el cuidado constante asociada a las tareas de conservación y de mantenimiento.

Hay que pensar sin embargo, que en origen el edificio fue concebido como vivienda de la familia acomodada de los Güell y su servicio, con una ocupació en torno a la treintena de personas. En el Palau pero, a pesar de la situación sanitaria actual, como equipamiento cultural se desarrollan muchas actividades complementarias, que deben ser compatibles con la conservación, la preservación y el mantenimiento del Palau Güell en condiciones de seguridad para las personas.

Desde el Servicio de Patrimonio Arquitectónico Local, se ha velado durante mucho años y se sigue velando, para la salvaguarda del patrimonio cultural relacionado con el Palau Güell de Gaudí. Las tareas de mantenimiento deben compatibilizar los valores patrimoniales con los nuevos usos y el correcto funcionamiento del mismo. Ésta es una tarea compleja que precisa tener en cuenta cuestiones y requerimientos de todo tipo y por lo tanto requiere un plan de gestión del mantenimiento singular y muy diferente al de otros edificios, sean o no monumentales.

El plan de mantenimiento
Se dispone de un inventario con la identificación de las características físicas y técnicas de cada elemento con su ubicación y la información gráfica que permite, a los técnicos encargados, conocer las características de cada elemento y planificar y ejecutar el mantenimiento. Este documento de caracterización e identificación de los elementos se completa con un programa de operaciones de mantenimiento preventivo planificadas y / o programadas en el tiempo, por las operaciones obligadas por la normativa y el programa de operaciones de mantenimiento correctivo.

El mantenimiento del Palau se realizará en función de las características únicas del edificio, con el fin de garantizar la pervivencia del mismo y sus valores patrimoniales. Las actuaciones deben ser adecuadas para el edificio y realizadas por empresas, industriales, profesionales y artesanos conocedores y especialistas en las tipologías y los materiales presentes, y con experiencia en este tipo de actuaciones. También es imprescindible que puedan alcanzar un conocimiento del mismo, identificar y familiarizarse con el espacio arquitectónico, las diferentes plantas y los núcleos de comunicación vertical esencialmente.

Con relación a la construcción histórica, desde el SPAL se valora especialmente el oficio de las personas que participan y su conocimiento de los materiales, las técnicas tradicionales, y las contemporáneas del momento en que se construyó el edificio. Destacan y podríamos citar los siguientes profesionales: albañil, carpintero, cerrajero especialmente por el trabajo de forja, ceramista, vidriero, fontanero, pintor, cerrajero, restaurador, entre de otros. En términos generales y para exponer lo de manera resumida, el Palau realiza esencialmente trabajos de mantenimiento preventivo y correctivo.

La relación de tareas de mantenimiento preventivo se relacionan con los siguientes equipamientos e instalaciones: instalaciones eléctricas y de baja Tensión e instalaciones de climatización; suministro y distribución ACS; bombeo de los sanitarios del sótano que incorpora el depósito de aguas fecales del núcleo de aseos de la planta; el control analítico del agua sanitaria; ascensor y montacargas; sistema de protección contra incendios y la insta- lación de los pararrayos y la instalación de equipos audiovisuales. También se incluyen las actuaciones correctoras cuando son necesarias.

En el caso de los trabajos de mantenimiento preventivos que inciden directamente sobre la materialidad construida del Palau se relacionan como más significativos: la protección anti graffiti en fachada que incluye parte de mantenimiento correctivo; el control y revisión anual anti y xilófagos, de todos los elementos de madera del Palau (estructura, carpinterías, pavimentos, elementos decorativos inmuebles); el funcionamiento adecuado al uso de las carpinterías de fachada y distribuciones interiores, junto con las herramientas y mecanismos, barandillas, celosías y otros elementos de madera arquitectónicos y ornamentales; los vitrales y su protección y conservación; el cuidado del pIanos de época del órgano contemporáneo y de otras piezas como son el mobiliario de piel.

Se realiza el cierre del Palau una semana completa en enero para realizar los trabajos de mantenimiento preventivo o correctivo que no se pueden resolver en una jornada, o varias seguidas en día de cierre. Normalmente se aprovecha para hacer las actuaciones que requieren la implantación de andamios. Es el caso, por ejemplo, de las inspecciones de los forjados unidireccionales y artesonados de madera de la planta noble y dormitorios.

Una actuación singular prescrita y ejecutada con productos Mapei, que se llevó a cabo durante el proceso de restauración, fue la mejoría del comportamiento estructural y constructivo del techo de la planta dormitorios, que se intervino superiormente desde el suelo de la planta desván. Se realizó el saneado del mortero dañado en las entregas del entrevigado cerámico con las vigas de madera, mediante el relleno con morteros semi fluidos, en base cal, y la ejecución de una capa de compresión reforzada con mallas estructurales y anclajes, ambos de fibra de vidrio. El mortero de relleno tiene la particularidad que contiene retenedores de agua, que no hacen necesaria la humectación previa del soporte, que en este caso era fundamental dado que el producto entraba en contacto directo con las vigas de madera que podrían dañarse. El producto utilizado fue MAPE-ANTIQUE F21, mientras que el refuerzo se realizó con el mortero PLANITOP HDM MAXI armado con la malla MAPEGRID G220 y las conexiones con MAPEWRAP G FIOCCOS.

También podemos destacar la ac- tuación de mantenimiento correctivo mediante la aplicación de morteros macroporosos (MAPE-ANTIQUE) para el tratamiento de muros históricos con alto contenido de sales, realizada en el muro que conforma la cámara de la planta sótano en el tramo inferior de la rampa poligonal.

El plan de gestión
La conservación,la preservación y el mantenimiento del Palau Las Directrices Operativas de la UNESCO para la aplicación de la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial determina en uno de sus requisitos disponer de un plan de gestión apropiado que garantice el valor universal excepcional de los sitios del Patrimonio Mundial y una protección eficaz. Sus objetivos estratégicos son: consolidar con la gestión a desarrollar la conservación y la salvaguardia del patrimonio cultural relacionado con el Palau Güell y sus elementos históricos, artísticos, arquitectónicos y de significado social de los ciudadanos que no son tangibles; contribuir a garantizar el acceso al conocimiento, a la interpretación y a la difusión del edificio y de su contexto histórico, como patrimonio colectivo y pieza clave del Modernismo y del espíritu creativo de Gaudí y de Güell, y fomentar la creación de instrumentos que refuercen la cohesión social y la identidad histórica del barrio el diálogo con su comunidad.

Respecto a la restauración y conservación del Palau, hay que tener en cuenta una serie de cuestiones. Por un lado, la supervisión continua de su estado de conservación, desarrollando parámetros e instrumentos para la protección del monumento y por la conservación preventiva y el mantenimiento hacia posibles degradaciones derivadas del uso y del paso del tiempo. Por otro, la documentación e investigación científica, que aporten información y datos rigurosos sobre el monumento. A continuación, la gestión de la colección de bienes muebles del Palacio y su custodia, para impulsar y gestionar su catálogo, que pueda abarcar la documentación, la investigación y la conservación.

Finalmente, se deben valorar las medidas específicas de prevención de riesgos y los sistemas de seguridad, necesarias para la evaluación, la identificación y la gestión de los riesgos específicos del edificio monumental. En este sentido, se dispone del Plan de Auto- protección del Palau que recoge las características del edificio, como tal con valores patrimoniales, con la voluntad de compatibilizarlo con la visita pública y otras actividades que se realizan que permitan el disfrute de las personas en condiciones seguras.

El plan se revisa y actualiza cada año. Al tratarse de un edificio histórico que no puede cumplir todas las medidas y normativas vigentes, se han tenido que adoptar medidas compensatorias para alcanzar los objetivos. Entre ellas se consideró muy importante reducir el aforo por planta y el conjunto del edificio, e incrementar las medidas de detección y protección frente incendios. A favor también se puede incorporar el personal de emergencia y de intervención y los respectivos equipos de suplencia (guías y auxiliares, y personal de seguridad) formado para estas tareas. En su concepción se contemplan las medidas de seguridad en los espacios de visita pública, en los espacios privados y en las salas de exposición permanentes. Se concretan también los documentos pertinentes para el plan de emergencia y de evacuación.

La afluencia tan elevada de personas que experimentó los años precedentes, y que es previsible recuperar progresivamente una vez se reduzcan los efectos de la pandemia, se regula controlando el aforo, el cual en condiciones sin restricciones sanitarias, no debe exceder simultáneamente el número máximo de visitantes en la totalidad del edificio -185 personas- ni el específico de cada planta, según lo establecido en el plan de Autoprotección y de Emergencia atendiendo a las características propias del Palau.

Retos de futuro
El hecho de que un monumento de la categoría del Palau esté en manos de una administración pública supone alguna ventaja respecto a uno privado. Su conservación no depende del beneficio económico que se pueda extraer a través de venta de entradas, “merchandising” o alquiler de espacios para actos diversos, lo que permite limitar el aforo.

La Diputación de Barcelona destina partidas económicas anualmente y la dedicación continuada de una técnica conservadora del Servicio de Patrimonio Arquitectónico Local. Pero cuando hay que hacer una inversión importante, en un monumento privado puede ser mucho más fácil y rápido tomar la decisión y se puede acceder a mayores presupuestos, mientras que en la administración pública hay que garantizar una serie de protocolos y velar por el bien común antes de proceder a la contratación de la obra.

Además de todo esto, los edificios históricos museizados, como el Palau, tienen una serie de déficits, como carencia de espacio para los diferentes servicios, que han solucionado mediante ampliaciones para implementarlo.

El Palau Güell sufre este problema endémico, ya que, si bien cuenta con un espacio de exposición temporal en el desván, no dispone de suficientes espacios didácticos ni de aulas ni de algunos otros ámbitos de servicio. El personal de administración ocupa espacios históricos, que no están abiertos al público, y la venta de tickets (a un precio más asequible que el resto de museos de Barcelona dedicados a Gaudí) está instalada en un local contiguo.

Por todo ello, en el año 2014 la Diputación compró el edificio vecino por el oeste al Palau, la casa Jordán, del número 7 de la calle Nou de la Rambla, que hacía tiempo que no tenía vecinos y estaba ocupada por un colectivo de jóvenes. En el futuro servirá para liberarlo de instalaciones, accesos, tiendas o despachos, y dotarlo de nuevos servicios de aulas, salas de reunión, etc. También hay que tener presente la integración urbanística y ambiental con el entorno de protección patrimonial definido por la Generalitat de Catalunya. 

[1] Véase
https://www.diba.cat/documents/429042/188687767/mem%C3%B2ria+SPAL+2001-2012+v ol+1/267fcdca-bc07-4430-ba08-0d2f3f933930.

[2] El Servicio del Patrimonio Arquitectónico Local es la oficina técnica de la Diputación de Barcelona especializada en materia de patrimonio arquitectónico, formada por un equipo humano multidisciplinar de arquitectos arqueólogos, historiadores y documentalistas, entre otros. Fue en 1914, siendo el primer organismo de una administración pública española dedicado a la salvaguarda, conservación y restauración del patrimonio monumental. Desde entonces ayuda a los ayuntamientos en la salvaguarda y puesta en valor de su patrimonio arquitectónico, monumentos y centros históricos. También actúa en una parte del patrimonio monumental propio de la corporación, como es el Palau Güell, de acuerdo con el Método SCCM [https://www.diba.cat/documents/429042/f1f9717f-c5a0-4550-bce2-baf7aea71cd7 ] (llamado así en recuerdo de su denominación original, el Servicio de Catalogación y Conservación de Monumentos). Un sistema de trabajo que parte, por un lado, de la necesidad de analizar con rigor y pragmatismo el monumento y sus circunstancias antes de proyectar la intervención.

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