En la sexta edición del Premio Mapei se reforzará el apoyo a los proyectos de arquitectura sostenible.

Tras cinco ediciones del Premio Mapei a la arquitectura sostenible ¿cuál es su valoración sobre la presente edición y su futuro?
Después de cinco ediciones, el Premio Mapei a la Arquitectura Sostenible ya se ha consolidado como una de las principales referencias estatales en su ámbito. Con todos los proyectos premiados y los 10 finalistas de cada edición, el Premio supone ya una gran base de datos de proyectos de arquitectura construidos que incorporan desde su concepción inicial los parámetros sociales, medioambientales y económicos de la sostenibilidad. Una colección de proyectos que rompen esa idea de que la arquitectura sostenible no es sinónimo de proyectos de alta calidad arquitectónica, con muchísimos ejemplos de proyectos multipremiados en concursos abiertos de arquitectura organizados por otras entidades e instituciones de prestigio. Cito a la Directora General del Green Building Council España (que colabora estrechamente con Mapei para la organización del Premio), Dolores Huerta: ”la buena arquitectura en el siglo XXI, la que refleja el espíritu de nuestra sociedad, tiene que ser sostenible para ganarse el adjetivo de buena”, para definir el futuro del Premio Mapei, que no es más que seguir premiando la buena arquitectura.

¿Cuáles fueron los criterios que tuvisteis en cuenta en la elección de los proyectos ganadores de la última edición?
Como se viene haciendo en todas las ediciones, el Premio Mapei establece dos fases de evaluación. En la primera, el Comité Técnico formado por expertos del GBCe, con su Directora Técnica Paula Rivas al frente, valora cualitativa y cuantitativamente todo un listado de criterios que se piden justificar a los proyectos, agrupados en 4 grandes áreas: eficiencia energética, gestión de los recursos naturales, calidad del ambiente interior y aspectos sociales, además de innovación. Esta primera evaluación nos permite formar un grupo de 10 finalistas que, una vez asegurada la incorporación de criterios de sostenibilidad según un riguroso análisis, pasan a ser valorados por el Jurado considerando su calidad técnica, constructiva y de diseño, además de su integración urbanística; en definitiva, su calidad arquitectónica y su contribución a la mejora de la calidad de vida, del entorno, y el respeto al medio ambiente. 

Está a punto de lanzarse la sexta convocatoria del Premio ¿habrá alguna novedad?
A partir de esta nueva edición queremos reforzar todavía más el apoyo a la realización de proyectos de arquitectura sostenible, incorporando la novedad de establecer un accésit que se concederá al proyecto finalista que haya incorporado con mayor presencia en su propuesta un aspecto clave de la sostenibilidad. En la VI edición del Premio empezaremos otorgando un accésit reconociendo al edificio que alcance mejores objetivos respecto a la economía circular, para lo que el Comité Técnico analizará una serie de indicadores apoyándose en el marco Level(s). En próximas ediciones seguiremos con otros vectores de la sostenibilidad como la rehabilitación, la preocupación por la salud o el fomento de la biodiversidad. 

Colaboráis en el Premio Mapei con GBCe y en general con múltiples iniciativas y asociaciones del sector. Las instituciones están en la senda del cambio y del cumplimiento de los ODS, ¿pero cómo se puede convencer al usuario o al promotor privado?
Múltiples iniciativas de administraciones de ámbito europeo, estatal, autonómico y local están ejerciendo de palanca para habilitar la transformación del sector de la construcción hacia la descarbonización y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible en todos los contextos. Muchos promotores privados  ya cuentan con la premisa de la sostenibilidad en sus proyectos, implantando certificaciones ambientales de edificios en el desarrollo de sus proyectos, porque son una herramienta para la optimización y de rentabilidad, rebajando los costes de ciclo de vida, aportando flexibilidad y utilidad, viabilidad comercial y retención de valor a largo plazo; estos argumentos deben ir poco a poco extendiéndose en todo el sector de la promoción inmobiliaria para que la incorporación de los criterios de sostenibilidad y la certificación sean un estándar. La pedagogía para que la demanda de promociones más sostenibles por parte del usuario final aumente es también un factor clave en el que administraciones y profesionales del sector debemos implicarnos para informar y concienciar.

¿El impulso de Europa y el cambio climático serán claves para que el sector en su conjunto construya de manera más sostenible?
En el contexto de emergencia climática en el que nos encontramos, reducir el impacto ambiental del sector y contribuir a avanzar hacia un modelo de desarrollo sostenible no es una opción, es una obligación. Las instituciones europeas han dado un paso al frente en los últimos tiempos liderando la lucha internacional contra el calentamiento global a través de múltiples iniciativas, que cristalizarán pronto en una legislación que nos exigirá avanzar hacia la neutralidad climática.

¿Qué hace Mapei como empresa para avanzar hacia un sector de la construcción más sostenible?
A nivel de empresa, a través la herramienta de la certificación ISO 14001 de Gestión Ambiental, gestionamos los riesgos medioambientales que puedan surgir con el desarrollo de nuestra actividad empresarial e implementamos un Sistema de Gestión Ambiental. También venimos adoptando medidas para reducir año tras año nuestro consumo de energía (minimizando las fuentes no renovables) y emisiones de GEI en todos nuestros procesos. 

En la fabricación de nuestros productos, tenemos un compromiso con la reducción de su impacto ambiental limitando el consumo de materias primas entrantes y maximizando la recuperación y reutilización de los residuos producidos, además de generar cada día más Declaraciones Ambientales de Producto (EPD), en un ejercicio de transparencia, y de formular cada día más productos con bajísimas emisiones de COVs certificados.

Nuestros productos aportan soluciones para una construcción sostenible poniendo en valor su alta calidad y durabilidad, su orientación hacia las soluciones para la rehabilitación, la aportación a la eficiencia energética de los sistemas SATE y de los sistemas de cubiertas verdes y altamente reflectantes, la revalorización de residuos y optimización de estructuras mediante aditivos para el hormigón o apostando por hacer intervenir a múltiples productos en procesos de construcción industrializada.