Entrevista a Carol Beuter y Manuel Sánchez de Haz Arquitectura, ganadores del segundo premio del premio Mapei 2022 por el proyecto“Centro de vida comunitaria Porta Trinitat”.
El jurado de los premios Mapei dijo al respecto de vuestro proyecto “El sistema constructivo responde a las necesidades tanto desde el punto de vista material (madera, acero) como desde el programa y el uso (patios, celosías de fachada). El uso de los patios como captadores solares y de ventilación, frente a unas fachadas que se protegen del exterior, conforma una estrategia que muestra una comprensión del entorno tanto geográfica como climática. La contención volumétrica contrasta con la belleza y la intensidad de las fachadas”. Desde vuestra perspectiva, arquitectónica y social, ¿qué significa para vosotros el Centro de vida comunitaria Porta Trinitat?.
El Centro de Vida Comunitaria Trinitat, es un equipamiento que viene a resolver muchas necesidades sociales del barrio. El barrio de Trinitat y otros muchos que conforman los Distritos de Sant Andreu y Nou Barris, son territorios que acogieron mucha inmigración en las décadas de 1950 y 1960, principalmente del sur de España. Se construyeron centenares de “polígonos residenciales" para atender a lo que se denominó” emergencia habitacional". Bloques de viviendas muy muy pequeñas, apenas sin balcones o piezas exteriores, que en la pandemia del COVID, puso a prueba los límites de su exigua habitabilidad.
El Centro de Visa Comunitaria viene a suplir la carencia espacial y de habitabilidad tan presente en el barrio. Ofrece espacios de coworking, baile, ensayo de música, talleres o simplemente espacios generosos para el encuentro de asociaciones de vecinos o grupos sociales.
El entorno urbano es duro, en el cruce de dos de las autopistas de entrada a la ciudad, la Avenida Meridiana y la Ronda de Dalt, así que se propuso un edificio introspectivo, volcado sobre dos patios interiores que le proporcionan luz y ventilación. El uso de la madera responde a la voluntad de transmitir calidez precisamente en un lugar donde abunda el hormigón y el asfalto.
Según vuestra propia definición “El edificio se muestra voluntariamente abstracto y simple para poder convivir con los futuros edificios del conjunto, aun por venir”. ¿Las nuevas dinámicas residenciales en entornos urbanos precisan de nuevas visiones y espacios como el “Centro de vida comunitaria Porta Trinitat?.
Bueno, el edificio forma parte de un conjunto de equipamientos multifuncional, con viviendas de protección oficial, centro social, residencias... Al ser el primero en construirse, quisimos dar la respuesta de un edificio simple, de un solo material como la madera de alerce. No queríamos añadir más ruido del necesario al haber diferentes proyectos de diferentes arquitectos. La simpleza del volumen, esconde una complejidad en su despiece que permite situar protecciones solares, aberturas y zonas opacas.
Entendemos el hecho de habitar, como algo más complejo que simplemente la vivienda. Nuestro entorno habitable va más allá de las paredes de nuestra casa. Incluye los lugares donde trabajamos o nos relacionamos. En ese sentido y, sobretodo, en el entorno social de Trinitat, el Centro de Vida Comunitaria es una extensión de la casa de las personas.
Llama la atención en el proyecto la elección de la forma y de los materiales, ¿más allá de la decisión estética, hasta que punto son importantes para cumplir el programa y cumplir diferentes objetivos sostenibles?.
La madera es un material cálido y amable, que invita a ser tocado. Tiene una innegable relación doméstica. Muchos de nuestros muebles, nuestros utensilios domésticos, son de madera. A su vez, la madera es una respuesta responsable ante el cambio climático y la necesidad de reducir la huella ecológica de nuestra
actividad en el medioambiente. La madera secuestra el CO₂ en su etapa de crecimiento en el árbol y paga de sobras su impacto ambiental. Además, convenientemente explotada, vuelve a crecer y nos proporciona material para la construcción de una manera sostenible en el tiempo.
¿En general, cómo integráis las estrategias de sostenibilidad en vuestros proyectos?
De infinidad de maneras, no hay un solo camino. El primer paso es hacer más con menos. Si podemos poner menos material, mejor. En segundo lugar, aprender cómo podemos usar el potencial del lugar par actuar con menos impacto. En el caso de Trinitat, aprovechamos el desmonte de tierras en ladera, para enterrar unos tubos de aire de renovación, que se atemperan en el subsuelo, reduciendo el gasto de climatización y compensando la falta de inercia térmica de la madera.
¿En qué proyectos estáis trabajando actualmente?.
Ahora tenemos en marcha 2 casitas, una en Castelldefels y otra en Begur. Un bloque de 60 viviendas en plaza de las Glorias, y la ampliación de 3 escuelas, una en Barcelona y dos cerca de Manresa. Y concursando en distintos frentes como suele ser habitual.