Función social de la arquitectura

Es la primera vez que el Premio Mapei concede un Accésit a la Economía Circular, ¿todos vuestros proyectos incluyen sistemas o estrategias circulares?.

Sí, cada vez es más importante aplicar criterios que eviten la generación de residuos y los procesos contaminantes. La economía circular implica compartir, reutilizar, reparar y reciclar materiales y productos todas las veces que sea posible para crear un valor añadido. En cada proyecto que abordamos intentamos pensar en espacios flexibles, con posibilidad de futuras transformaciones con la mínima intervención. La elección de materiales naturales es importante tanto por la huella ecológica del edificio como para la propia salud de los usuarios. Por otro lado, los sistemas constructivos prefabricados y desmontables permiten desmantelar y no demoler los edificios al final de su ciclo de vida. La reutilización de posibles residuos en la propia obra o con acuerdos con los industriales para su reutilización y reciclaje consiguen cerrar el círculo.

¿Cuáles fueron los mayores retos que tuvisteis que abordar en este proyecto?.

Uno de los principales retos en este proyecto fue precisamente aplicar el máximo de estrategias de arquitectura circular en el nuevo edificio: naves diáfanas sin estructura intermedia y compartimentaciones en seco para un posible cambio de uso futuro; estructura y revestimientos interiores de madera que implican un proceso de construcción limpio y una fachada prefabricada desmontable. 

En este caso, el entorno natural de la propia parcela (con árboles existentes de gran porte) nos condujo a trabajar con estructura de madera, aunque era difícil encajarlo en el módulo de construcción para este tipo de edificios públicos. La utilización de un material de fachada económico nos ayudó.

El jurado destacó que el edificio ha obtenido muy buen reconocimiento en todas las áreas evaluadas de economía circular, ¿fue complicado que los productores de materiales gestionarán los sobrantes de sus productos garantizando su reciclado?.

En el proceso de ejecución de la estructura en madera del edificio, los residuos de construcción fueron casi cero, ya que todo venía modulado desde el taller y solo debía ser ensamblado en la obra.  En el caso de la fachada ligera de chapa intentamos trabajar con módulos estándares y realizamos planos con prototipos de composiciones de juntas para evitar los sobrantes. Fue un trabajo en colaboración con el industrial que permitió minimizar los residuos y los cortes en la obra.

En el caso de los revestimientos interiores sí llegamos a acuerdos con los industriales para la reutilización de los sobrantes / madera tricapa / pladur. Es un trabajo que realizamos de concienciación, por el momento solo pretendemos llegar a acuerdos verbales, pero siempre hemos recibido una buena predisposición a colaborar.

Entre vuestras obras destacan múltiples edificios públicos destinados a diferentes usos, ¿cuáles son los elementos que consideráis que os definen?.

En nuestros proyectos ponemos al usuario en el centro de las decisiones. Trabajamos la relación de las personas con el entorno físico y social para proponer nuevas formas de habitar que potencien el sentido de pertenencia, la representatividad y la sostenibilidad.

Dando por hecho que los edificios actuales deben ser autosuficientes y respetuosos con el medio ambiente, intentamos proyectar espacios domésticos, luminosos y acogedores. En general nos gusta trabajar con el mínimo de materiales y potenciar la relación entre los edificios y el paisaje, introduciendo la naturaleza en el interior.

Nos interesa especialmente la función social de la arquitectura y la experiencia del usuario, por eso dedicamos mucho esfuerzo a la espacialidad interior, la creación de espacios saludables, con iluminación y ventilación naturales y vistas cruzadas entre espacios para conseguir espacios más amplios y amables dotando de calidad la arquitectura destinada a los colectivos más vulnerables.

¿En qué proyectos estáis trabajando actualmente?.

Estamos trabajando en varios proyectos de escuelas simultáneamente: la escuela Paco Candel de l’Hospitalet dónde hemos conseguido una reducción del 75% de consumo de energía y también incluye estrategias de economía circular con parte de la estructura en madera CLT. El Instituto IES Vallcarca en Barcelona que realizamos con SUMO arquitectes, dónde conservamos casi todo el arbolado existente y una ampliación de la escuela La Parellada de Santa Oliva con sistemas prefabricados y celosías cerámicas.

También estamos terminando el proyecto del nuevo CAP de Olot con una fachada cerámica que dialoga con la materialidad del territorio. Y empezamos un proyecto muy interesante de la recuperación de un espacio industrial para un nuevo uso del que no podemos dar más detalles, pero que nos permite incidir en la recuperación y actualización de patrimonio, una de las mejores maneras de reducir la huella ecológica, recuperar y no derribar debe ser el objetivo a partir de ahora.

Y seguimos participando en concursos…