La mejor valoración es la de los usuarios y ver el edificio en plena actividad

Entrevista a Toni Toscano Arquitecte Cap del Departament d’Obres i Manteniment del Districte de Sants-Montjuïc, del Ajuntament de Barcelona


 17 de junio de 2021. 12:06

¿Cuáles eran los objetivos principales del Departamento de Obras y Mantenimiento del Distrito de Sants-Montjuïc respecto al proyecto Centro Cívico Llealtad Santsenca?
Es un edificio construido en 1927 por el arquitecto Josep Alemany, integrado en el tejido del barrio, arquitectónicamente y socialmente como cooperativa de consumo. Recuperar este espacio para el barrio era absolutamente necesario y una demanda vecinal. Se hizo un proceso participativo con vecinos, vecinas y entidades del barrio para definir el programa de necesidades. Por tanto, el objetivo era la recuperación del edificio histórico para transformarlo en un equipamiento para el barrio, recuperando el carácter de servicio que tenía la antigua cooperativa.

¿Hasta qué punto la sostenibilidad era un requisito básico del proyecto?
La sociedad está tomando conciencia de la gravedad de los efectos del cambio climático. El sector de la edificación representa el 40% del consumo energético total de la Unión Europea. Es una necesidad amparada por la legislación y que no se cuestiona, que los edificios sean cada vez más sostenibles, edificios de consumo de energía casi cero y que tengan una mínima huella ecológica en todo el ciclo de construcción. Se valoró mucho todo el trabajo que hace Harquitectes con el tema de sostenibilidad, con estrategias pasivas basadas en la inercia, el aislamiento y el diseño de las cubiertas para facilitar la captación solar: calentar en invierno y en verano generar una convección que expulsa el aire caliente del edificio al abrirse las ventanas de cubierta. Todo el sistema de ventilación, clima y control lumínico se gestiona de forma domótica. Un gran trabajo.

¿Qué otros aspectos destacaría de la obra?
Algo que nos sorprendió a muchos es el aspecto final inacabado. Los arquitectos hablan de derribar sólo cuando sea necesario y con una precisión de cirugía. Hay un respeto absoluto por los materiales existentes, mostrando las paredes de obra vista, la estructura metálica y las bovedillas... conservar al máximo de la historia del edificio: preservar el recuerdo, conservando parte de los azulejos del baño que ya no existe, la traza de la antigua escala, una grieta o aquel grafiti en la pared. Muy interesante. Y además, saber llevar la luz y la ventilación en el interior del edificio, vaciando longitudinalmente una de las crujías y jugando con una cubierta de policarbonato celular transparente.

¿De qué manera valora el resultado conseguido una vez que el proyecto ya ha finalizado?
La mejor valoración es la de los usuarios y ver el edificio en plena actividad. Despierta admiración en unos y desconcierto en otros, pero todo el mundo disfruta de los espacios, de la iluminación natural, de la riqueza cromática y de las texturas que presenta el edificio. Por motivo de la pandemia aún no se ha podido ajustar del todo el sistema climático y domótico, pero los primeros resultados del comportamiento del edificio en cuanto a consumo han sido positivos.

¿Desde su departamento siguen impulsando la sostenibilidad en las obras que impulsan, ya sea, nuevas edificaciones o rehabilitaciones?
Desde el Departamento de Obras y Mantenimiento, desde todo el Ayuntamiento de Barcelona, los Colegios profesionales .... es un trabajo conjunto, de todos. Se ha hecho mucho pero se puede hacer mucho más. Las administraciones públicas deben ser el motor de este cambio hacia la construcción de edificios de consumo cero y mínima huella ecológica en su proceso de construcción. 

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