Las “catedrales” del vino

El vino es una parte integral de muchas culturas. A lo largo de los años, la aparición de redes de distribución avanzadas y de sabores innovadores, junto con los beneficios para la salud del vino y la premiumización (diferenciación del producto, creación de valor y la comunicación de la marca a los consumidores ) de los productos, ha hecho que sea aún más popular a nivel mundial. El mercado mundial del vino ha experimentado un crecimiento constante a lo largo de los años y, según el portal Statista (statista.com), los ingresos mundiales en el segmento del vino ascendieron a 340.800 millones de dólares en 2020. Se espera que el mercado crezca anualmente un 9,8% en 2020-2023 y las previsiones para 2021 son de 381.000 millones de dólares.

Estados Unidos fue el país que consumió un mayor volumen de vino en 2020: unos 33 millones de hectolitros. En comparación a los 24,7 millones de hectolitros que consumió Francia, el segundo consumidor mundial de vino. Estados Unidos también fue el líder mundial en 2020 en términos de ingresos, con 50.000 millones de dólares. En segundo lugar está también Francia, con unos ingresos de 25.000 millones de dólares. Se prevé que China alcance un tamaño de mercado de 93.500 millones de dólares estadounidenses en 2027. De hecho, se espera que la zona Asia-Pacífico tenga un rápido crecimiento en este mercado durante los próximos años. Esto se debe al aumento del número de empresas que producen vino en China, India y Japón. El aumento de la demanda de vinos de alta calidad y la creciente ocidentalización también impulsan el crecimiento del mercado del vino en esta región.

Italia volvió a ser el primer productor mundial de vino en 2020 (49,1 millones de hectolitros), seguido de Francia (46,6 millones de hectolitros) y España (40,7 millones de hectolitros). Estos tres países representan la mayor parte de la producción europea (165 millones de hectolitros) y mundial. Otros productores importantes son también Estados Unidos (22,8 millones de hectolitros) y Argentina. A pesar de una caída del 10,8% durante el año de la pandemia, Francia sigue encabezando la clasificación de ventas al exterior (por valor de 8.700 millones de euros) por delante de Italia y España.

Las fábricas de vino son a menudo sinónimo de arquitectura hermosa, sostenibilidad e interés turístico. Varias bodegas de vino en Italia llevan el sello de arquitectos de renombre como Mario Botta, Renzo Piano o Tobia Scarpa. En España Frank O. Gehry y Norman Foster, o Estados Unidos Jacques Herzog y Pierre de Meuron. El diseño va de la mano del uso de materiales y tecnologías innovadoras para la producción, conservación y envejecimiento del vino.