Innovación y sostenibilidad medioambiental para ser competitivos

Entrevista a Marco Squinzi Responsable de I+D del Grupo Mapei

 
Marco Squinzi
29 de marzo de 2021

“La investigación como motor de crecimiento de Mapei”. Así es como Marco Squinzi, responsable de I+D de Mapei, sintetiza el papel central de la investigación en un grupo presente en los mercados globales y el compromiso con esta actividad.

Comencemos con algunas cifras: ¿cuál es la estructura actual de la investigación y cómo ha cambiado en los últimos años?
En 2015, Mapei contaba con 18 laboratorios de investigación que hoy ascienden a 31,de los cuales 6 en Italia y 4 en América del Norte.
La actividad, en sus directrices, está coordinada por la sede central de Milán, con 170 empleados, pero luego se divide en una red de sedes en aquellos países donde Mapei está presente. A esta red se suman, asimismo, los centros de investigación de otras empresas del grupo: Polyglass, Vinavil, Rasco, Sopro.

¿Cuáles son los objetivos de las actividades de Investigación y Desarrollo?
En nuestro trabajo debemos tener siempre presentes algunos objetivos hacia los que dirigir la investigación, como por ejemplo, la proximidad al mercado, que permite una rápida capacidad de respuesta e introducir posibles modificaciones para productos con un ciclo de vida corto. Otro elemento fundamental es el conocimiento de las normas y regulaciones de cada país que condicionan nuestras elecciones. Solo quien trabaja sobre el terreno sabe cómo satisfacer de la forma más adecuada a los arquitectos, diseñadores y, en general, a los usuarios finales de nuestros productos.

Otro factor decisivo es la sostenibilidad.
Para Mapei es una prioridad. El objetivo de la transparencia implica comunicar al mercado no solo las prestacIones de cada producto, sino también los materiales utilizados para su fabricación y el impacto sobre el medio ambiente, y en consecuencia, elegir materiales con las mejores prestaciones y materias primas menos peligrosas para elaborar productos que no emitan sustancias or- gánicas volátiles. Pero no solo; también resulta decisiva la ubicación de las plantas de producción para reducir los costes de transporte y el impacto ambiental del transporte de las materias primas y de los productos acabados. Si el año pasado ya existían 172 productos con la licencia EPD (Declaración de Productos Medioambientales), en la actualidad contamos con un total de 344, con una cobertura casi integral de la gama de referencias para el área de cerámica.
Mapei pone la máxima atención en dichos parámetros, ya incluso desde la fase de diseño. No está claro que el mercado, en términos de precio, esté siempre dispuesto a un reconocimiento adicional para tener suministros con estas características. Sin embargo, estoy convencido de que aquellos productores que no se muevan en esta dirección acabarán sufriendo una pérdida de cuota de mercado. 

¿Y las estrategias “dirigidas” al sector de la cerámica?
Desde hace algún tiempo, venimos desarrollando nuestras estrategias en torno a dos ejes principales: la sostenibilidad, de la que ya hemos hablado, y la durabilidad, con la que comparte elementos en común.
El objetivo es crear productos que sean, ante todo, fáciles de aplicar, ya que esta es la manera más eficaz de reducir los residuos. Pero para aprovechar al máximo las características de la cerámica, un material muy duradero, debemos asegurarnos de que los materiales elegidos garanticen unas prestaciones uniformes durante un período de tiempo adecuado.
Son necesidades que cambian con el tiempo en la transición, por ejemplo, de los formatos estándar a las grandes losas, que en la actualidad son muy demandadas por los mercados. Debemos ser flexibles, responder a las necesidades específicas de los mercados y anticiparnos a las tendencias con una oferta cada vez más innovadora y con una gama de productos y sistemas que abarque desde los recrecidos a los acabados para la colocación de baldosas, mosaicos, piedras reconstituidas y madera sintética.

Otra característica de la investigación de Mapei es el vínculo histórico con las universidades.
Esta relación se ha intensificado gradualmente. también en Milán, en la sede central de investigación, continuamos contratando y formando a jóvenes, y debo decir que la preparación de nuestros licenciados nada tiene que envidiar a la de los estudiantes salidos de las facultades extranjeras. Más aún: en términos de flexibilidad y capacidad de resolución de problemas, en Italia existen perfiles de altísimo nivel, que no siempre son tan fáciles de encontrar en el extranjero. 

 

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