La arquitectura debe resolver la sostenibilidad en su visión más holística

¿Qué ha significado para vosotros el proyecto de la Escuela la Mar Bella?
Como todos los proyectos que realizamos en el despacho una oportunidad. Una oportunidad de revitalizar un edificio existente, ampliarlo, reorganizar su entorno inmediato y así mejorar su relación con la ciudad. Después del largo camino, desde el concurso hasta ver el edificio terminado, el reconocimiento por parte de compañeros de profesión, del cliente y de los propios usuarios del edificio, supone un orgullo y el convencimiento que trabajamos en la dirección adecuada.

El jurado destacó el carácter de rehabilitación planteada desde el detalle, aportando diversas soluciones para los problemas que debe abordar. ¿Se pueden replicar en nuevos proyectos las soluciones empleadas en esta obra?
Todo proyecto conlleva investigación y experimentación de soluciones de todo tipo. Al finalizar la obra hay un periodo de reflexión en que haces balance y valoras cuales han dado mejor resultado. A partir de aquí siempre surgen trasiegos que pasan de un proyecto a otro. Seguramente en la escuela la Mar Bella hay soluciones exportables para otras intervenciones de carácter similar, pero es necesario analizar en profundidad cada caso para decidir que soluciones son las que pide cada proyecto. En cualquier caso y por poner un ejemplo, una buena protección solar, que tamize la luz sin anularla y que permita una buena ventilación cruzada siempre son conceptos exportables.

¿Es posible estandarizar la rehabilitación de todo tipo de edificios de manera sostenible y con una alta calidad arquitectónica? 
Cada rehabilitación tiene su historia previa y una diversidad muy compleja que difícilmente se puede simplificar o estandarizar. La arquitectura debe resolver infinidad de requerimientos, entre ellos la sostenibilidad en su visión más holística. La rehabilitación por si misma ya implica preservar parte de algo existente, con lo cual ya es un ahorro energético respecto lo que sería hacerlo de nuevo. Sacar el máximo partido de las particularidades de esa preexistencia es lo que definirá su mayor o menor calidad a medio y largo plazo. En cuanto a la pregunta y dándole un poco la vuelta, deberíamos estandarizar que cualquier rehabilitación mejorase las prestaciones iniciales, convirtiendo los inmuebles en más sostenibles sin renunciar jamás a la calidad arquitectónica.

¿Cuáles fueron los mayores retos que tuvisteis que abordar en esta rehabilitación? 
Uno de los mayores retos fue encajar un presupuesto ajustado en una escuela con una superficie total superior al habitual incorporando la rehabilitación a fondo de un edificio existente. Coordinar parte de la obra con la escuela en uso fue otro reto importante. La estructura de madera laminada en el edificio del gimnasio fue una experiencia apasionante que permitió reducir sustancialmente los costes y el plazo de ejecución, y con un satisfactorio resultado final en cuanto a calidez y acabados. La solución estructural para este volumen acaba marcando el ritmo y la atmosfera interior.

¿En qué proyectos estáis trabajando actualmente?
En los últimos años, hemos ganado varios concursos de edificios docentes, de manera que estamos bastante centrados en este tipo edificatorio, ensayando diferentes soluciones adaptadas al programa y a la localización del edificio. Actualmente estamos trabajando en la dirección de obra de la Escuela Ernest Lluch en l’Hospitalet de Llobregat, i en los proyectos del Instituto Vallcarca en Barcelona i el Instituto Xaloc en Sant Pere de Ribes. A parte, estamos empezando a desarrollar el proyecto para la Biblioteca y espacio para gente mayor en Argentona, resultado de un concurso ganado hace un año. En paralelo seguimos haciendo concursos, una gran gimnasia proyectual, que además de ser una de nuestras pasiones es la vía principal para conseguir más encargos.