Necesitaremos nuevos aditivos que nos ayuden a obtener el cemento más eficiente en cada caso. Entrevista a Salvador Fernández de Cementos Molins

Entrevista realizada a Salvador Fernández, Área Manager México, Spain OPC, Cement & Concrete, de Cementos Molins para Realidad Mapei.

¿Hasta qué punto está cambiando la elección de un tipo de aditivo u otro, en el objetivo de la producción de cementos con menor porcentaje de clinker? 
Los aditivos, como el resto de materiales y productos empleados en construcción, has evolucionado mucho y lo siguen haciendo. Lejos están ya los aditivos de molienda más primarios que “solo” presentaban efectos tensoactivos para mejorar la productividad de molinos. La entrada en el mercado de los “quality improvers”, más específicos y eficientes, nos han permitido reducir las dosificaciones de clínker al cemento y, por tanto, entre otros aspectos, su huella de carbono.

¿Cómo han mejorado las prestaciones del cemento con los nuevos aditivos?
Los nuevos aditivos, más adaptados a las características particulares de los clínkeres fabricados en cada planta, han mejorado la eficiencia de las reacciones de hidratación y han permitido aprovechar al máximo las “capacidades resistentes” de los clínkeres dosificados en los cementos.

¿Qué impacto están teniendo los aditivos en el programa de reducción de emisiones?
Como se ha comentado, la inclusión de ciertos aditivos de molienda nos está permitiendo reducir la dosificación de clínker. Dado que la combustión, imprescindible durante la etapa de producción de clínker en los hornos de las fábricas de cemento, es la principal responsable de las emisiones del sector, la introducción de cualquier aditivo que permita reducir la cantidad de clínker en el cemento, llevará implícita la reducción de las emisiones generadas durante su fabricación.

¿Se vislumbra una evolución de la tecnología de aditivos para seguir reduciendo emisiones en el futuro?
Las fábricas de cemento siguen trabajando para llegar a sus objetivos de neutralidad carbónica. Una palanca fundamental en este camino seguirá siendo la reducción de la cantidad de clínker dosificada en los cementos. Este objetivo se logrará por dos vías: por un lado, a través de la mejora de la eficiencia de los procesos de hidratación, ya comentada, y por otro mediante la sustitución de clínker por otro tipo de adiciones activas hidráulicamente. En ambos casos, necesitaremos nuevos aditivos, adaptados a cada formulación, que nos ayuden a obtener el cemento más eficiente en cada caso.

¿La prefabricación y la descarbonización son los ejes de un cambio palpable en la actividad constructora de nuestro País?.
Sin duda alguna, y en concreto, la prefabricación en hormigón en el sector de la vivienda tiene un presente y futuro garantizado en la actividad constructora por las incomparables ventajas de eficiencia energética durante todo el ciclo de vida de una vivienda que posibilita el hormigón.