"No se trata solo de colocar paneles solares o añadir materiales reciclados; se trata de comprender el impacto a lo largo de toda la vida útil del edificio y de cada elemento que lo compone". Entrevista realizada para el especial Sostenibilidad de la revista Realidad Mapei
Desde una perspectiva global, ¿en qué momento estamos en términos de sostenibilidad en la construcción?
Nos encontramos en un momento estratégico y decisivo para el sector de la construcción en términos de sostenibilidad. La sostenibilidad está evolucionando rápidamente, de ser un “nice to have” a un “must have”. Sin embargo, el sector aún no ha internalizado completamente este cambio de paradigma. Hoy, más empresas quieren sumarse al movimiento sostenible, pero pocas han iniciado un proceso genuino de implementación. Muchas veces, la sostenibilidad se percibe como una característica añadida o un “adjetivo” de un proyecto, sin comprender que en realidad es un aspecto que debería vertebrar toda la cadena de valor de la construcción. Esta confusión genera una “burbuja” en la que todo parece sostenible, y los usuarios finales, las personas, los usuarios de una oficina o quien quiere comprar su casa, no saben discernir entre lo que es verdad y lo que es falso.
Pero, el usuario se dará cuenta de si está gastando más dinero de lo que le han vendido o si un edificio, aunque presente un certificado ambiental, resulte poco confortable o con malas calidades del ambiente interior. Pronto se distinguirá el verdadero valor de los proyectos que integran la sostenibilidad de forma auténtica y profunda y que en los próximos años veremos una depuración de propuestas en la que sobrevivirán las iniciativas realmente comprometidas con estos valores.
¿Qué papel juega la arquitectura en la sostenibilidad y cómo contribuyen tus actividades a esa misión?
La arquitectura tiene el potencial de transformar la manera en que vivimos y consumimos recursos, pero para que eso ocurra, debe desprenderse de prácticas convencionales y adaptarse a un enfoque circular. La arquitectura, cuando es verdaderamente sostenible, va más allá de cumplir con una lista de verificación para obtener un sello ambiental; cuestiona y reconfigura cada paso de su proceso.
Yo me dedico a la consultoría estratégica en economía circular y arquitectura sostenible, aunque no me gusta llamarla consultoría. Nuestro propósito es ir más allá de producir informes, y se centra en generar sinergias entre todos los actores de un proyecto y en la transposición de aspectos de sostenibilidad a cuestiones constructivas de proyecto que permiten una mejor toma de decisión en términos de coste y beneficio.
La colaboración y el replanteamiento de cómo concebimos los proyectos son aspectos fundamentales, aunque no siempre evidentes para los arquitectos. A menudo, seguimos un enfoque tradicional: primero se diseña, luego se pasa el proyecto a quienes desarrollan las instalaciones, estructuras, y otros detalles técnicos, luego entra la constructora y al final los industriales y proveedores de productos.
El concepto de economía circular requiere que todos estos aspectos se empiecen a valorar desde la etapa de diseño. Para avanzar hacia una arquitectura industrializada, es imprescindible integrar el conocimiento de los industriales desde el principio, evitando que tengan que adaptarse posteriormente a diseños rígidos que no permiten ajustes.
En mi caso, no solo me dedico a la empresa; trabajo en la docencia para inspirar a futuros arquitectos, y colaboro en investigaciones que buscan entender mejor el impacto ambiental en todas sus dimensiones, buscando formas de incorporar estos principios como valores fundamentales, creando sinergias interdisciplinarias que aporten solidez y sentido a los proyectos.
¿Qué desafíos enfrenta el sector en cuanto a sostenibilidad en los próximos años?
Uno de los desafíos más grandes es romper con el enfoque superficial que ha dominado hasta ahora. Muchas iniciativas sostenibles aún se limitan a cumplir con requisitos de certificación sin una visión integral. Por ejemplo, no siempre hacer un edificio con certificación ambiental lo hace verdaderamente sostenible. El sector necesita transparencia y una reevaluación de lo que considera “sostenible”. Otro obstáculo es el costo inicial y la falta de incentivos para la adopción de prácticas sostenibles, lo cual limita su implementación masiva. En este sentido, nos hace falta una regulación más rigurosa y coherente que impulse una sostenibilidad real y evite el “greenwashing.” Si no logramos cambiar esta inercia, nos enfrentaremos a una sostenibilidad ilusoria que no cumple su propósito.
¿Qué proyectos o iniciativas recientes destacarías en tu trayectoria de sostenibilidad?
En Energreen Design, he tenido la oportunidad de desarrollar proyectos en los que aplicamos un enfoque de circularidad y optimización energética desde la fase de concepto, y esto es esencial para lograr una sostenibilidad auténtica. En estos proyectos, hemos medido y optimizado la huella de carbono y analizado el ciclo de vida completo de los materiales, algo que considero básico si hablamos de sostenibilidad. También hemos trabajado en la investigación del confort térmico en edificios y su impacto en los créditos LEED, explorando cómo el bienestar del usuario puede estar alineado con la eficiencia energética. Este tipo de enfoque integral y colaborativo es lo que realmente puede marcar la diferencia en un sector donde muchas veces se confunde lo “verde” con lo sostenible.
De los proyectos que más destacaría en mi trayectoria, sin dudas están los que he podido realizar en colaboración con Picharchitects | Pich-Aguilera. Colaborar en edificios como el Bioedificio Sócrates, referente en construcción circular, el edificio de Coliving – Co-Working del barrio Sagrada Familia de Barcelona, finalista en los premios Mapei.
Ahora mismo tenemos dos proyectos muy potentes en Madrid, gracias a la oportunidad que nos ofrecieron el equipo Lahoz López. El primero es un edificio polideportivo casi totalmente realizado en seco con un nivel de circularidad muy elevado, quizás uno de los edificios más inspirados a la economía circular donde haya colaborado. El otro es el Hospital de Somosaguas, donde desde una fase temprana de diseño, apoyamos al diseño de la fachada, incorporando aspectos de confort lumínico, confort térmico y eficiencia energética, aspectos muy importantes para los hospitales.
Desde el punto de vista de la divulgación, un trabajo muy ilusionante es lo que estamos haciendo en Sud-America, donde participamos ya en varias acciones en Colombia, Brasil y Chile para apoyar el desarrollo sostenible del sector de la construcción en estos países.
¿Qué mensaje darías a quienes se inician en el campo de la sostenibilidad en la arquitectura y construcción?
Mi mensaje es que no se dejen llevar por las tendencias ni por las soluciones rápidas. La sostenibilidad requiere una comprensión profunda y una evaluación constante. No se trata solo de colocar paneles solares o añadir materiales reciclados; se trata de comprender el impacto a lo largo de toda la vida útil del edificio y de cada elemento que lo compone. A quienes empiezan en este campo les diría que cuestionen, que busquen siempre entender más allá de los estándares actuales y que no duden en experimentar con nuevas soluciones. Necesitamos profesionales con una visión ética y comprometida que no solo se adapten a las normas, sino que busquen innovar y realmente aporten valor desde una perspectiva integral. La sostenibilidad en la arquitectura es una oportunidad de transformación real, y requiere de personas con un compromiso auténtico y una mente abierta.
Apostad por la sostenibilidad, ¡por qué hay mucho recorrido y oportunidad!
Autor: Xavier Jiménez Sama
Edificio Lepanto Picharchitects Foto: Antonio Navarro Wijkmark