Museo Casa Puig i Cadafalch

La Casa Puig i Cadafalch se construyó entre 1897 y 1905 por el arquitecto modernista Josep Puig i Cadafalch, diseñada como residencia de verano para su familia. Después de varios años de abandono, el Ayuntamiento la adquirió en el 2012, y en 2015 cuando obtuvo los fondos necesarios, inició la rehabilitación con objeto de convertirla en una casa museo. La restauración se previó por fases, dada la envergadura de inversión necesaria. En esta actuación se contempló la primera fase, la restauración de la cubierta junto con las almenas que rematan todo el edificio. Durante todo el proceso, se fue redactando el proyecto contemplando dos temas que los proyectistas consideraban decisivos: La compatibilidad, en cuanto a la búsqueda de materiales que no pudieran introducir ningún componente que pudiese desencadenar reacciones que perjudicasen al monumento y se garantizase la transmisión de las acciones hasta sus soportes. La durabilidad, en cuanto a utilizar materiales que fueran estables en el tiempo y no introdujeran posibles patologías que acelerasen su degradación y pudiesen ocasionar desperfectos en un futuro. La intervención debía asegurar, y en lo posible mejorar, las condiciones de estabilidad global del edificio, y teniendo en cuenta que la cubierta se encontraba en condiciones precarias y debía modificarse su configuración, dado que se incorporaron nuevos elementos para garantizar las actuales condiciones de confort, el proyecto previó su sustitución. Proceso de ejecución: Se optó por rehacer la cubierta con los mismos materiales, garantizando este nuevo conjunto un comportamiento monolítico. Se construyó con viguetas de madera, paralelas entre sí, que soportan el embaldosado de cerámica, unos cabios perpendiculares y unos tableros de OSB, conectados entre ellos, dando lugar a un plano monolítico, el cual actúa como elemento estabilizador frente a acciones horizontales. Las almenas se estabilizaron garantizando el empotramiento entre la cubierta y éstas, y teniendo en cuenta la rigidez entre uniones de fachadas, por lo que finalmente se contempló que su estructura fuera bidireccional. La intervención consistió en suplementar un muro a base de otro muro adosado de hormigón de cal armado, mediante la aplicación del sistema compuesto por el mortero de albañilería vertible MAPE-ANTIQUE COLABILE, con adición de áridos en la proporción adecuada, conectado al muro de cerámica que conformaba la almena, mediante mallas de fibra de vidrio resistente a los álcalis, preimpregnadas (FRP) MAPENET EM 30, colocadas con los conectores en “L” de fibra de vidrio MAPENET EM CONNECTOR, previamente fijados al muro. Finalización: Con este muro armado adosado, el sistema trabaja de manera que es capaz de soportar esfuerzos de flexión en dos direcciones, uno correspondiente al momento vertical de vuelco y otro esfuerzo de flexión según la dirección horizontal, que viene dado por cambio de rigidez que se producen en todos los encuentros de las paredes con las fachadas. Según los trabajos que realizaron en laboratorio de materiales de la UPC, este hormigón de cal hidráulica armado con mallas de fibra de vidrio era compatible con el elemento a reforzar, por lo que garantizaba compatibilidad y durabilidad atendiendo a la buena adherencia entre ellos, la minimización de costes, y la rigidez y resistencia que ofrece la fibra de vidrio, resistente a los alcalinos, embebida en el hormigón de cal.